La idea de hacer un viaje se le ocurre a uno de diferentes maneras. Con la Alhambra a mí me pasó así:
Vi un programa en el 2010 que documentaba la visita de la primera dama de los Estados Unidos, Michelle Obama a este súper especial lugar español, lleno de cultura e historia. Un sitio hermoso y antiguo que dejó a Michelle sin aliento, y a mí igual. Pero claro, viéndolo en mi tele y empiyamada :D
Vi un programa en el 2010 que documentaba la visita de la primera dama de los Estados Unidos, Michelle Obama a este súper especial lugar español, lleno de cultura e historia. Un sitio hermoso y antiguo que dejó a Michelle sin aliento, y a mí igual. Pero claro, viéndolo en mi tele y empiyamada :D
Lo empecé a
googlear y vi que habían más cosas de este lugar que me gustaban. Mientras más
leía, más me encantaba.
La historia de
los reyes europeos me fascina. Y cuando me enteré la relación de La Alhambra
con los Reyes Católicos de España, y también con la primera esposa de Enrique
VIII de Inglaterra, Catalina, pues fue la guinda sobre el helado para mí.
Así que ahora
tenía que ir a este lugar. Empecé a soñar con un día visitarlo.
Estuvo en mi
Bucket List un tiempo, y por fin llegó el momento de ponerle un check de tarea
hecha, en nuestro próximo viaje a Europa.
En nuestro 4to
viaje a España, hice los arreglos para ir a Granada, y aprovechando que
estaríamos en del sur de la península, también visitamos otras ciudades famosas
cercanas.
Fuimos en
verano y en familia, o sea nosotros dos y nuestras dos hijas grandes. Salimos
de Madrid en carro, y como eso da libertad de parar en donde a uno le provoque,
paramos mucho y llegamos más tarde de lo previsto.
Pero fue
perfecto, ideal y mágico.
Llegamos al
atardecer, y… ahí estaba… ¡La Alhambra!
Roja.
Espectacular. Imponente. Especial.
Llena su
fachada con los rayos de sol naranja de la tarde cálida que nos recibió. En
verdad que seduce este lugar.
El GPS nos
decía el lugar exacto del hotel, pero no nos advirtió que estábamos entrando a
una zona protegida en el pleno centro del casco histórico, donde únicamente
carros con permiso pueden acceder. Tampoco vimos letreros en la zona, así que
sin querer recorrimos todo el centro histórico (cosa que fue buenisimaaaa en
verdad ji ji ji).
Hasta que
alguien nos dijo que nos pondrían una multa.
Y.. ¡Ayyyy y
como duele pensar que pagaríamos una multa en euros!!!
Pero el hotel
muy amable y dirigentemente, se encargó de reportar el error del automóvil de
“turismo” a las autoridades, y no pasó nada. Se notaba que era el pan nuestro
de cada día, pues les sucede muchos visitantes, nos dijeron. (Así se trata al
turismo, ¿verdad?)
El hotel es un palacio antiguo, así que el carro lo tuvimos que dejar a unas cuantas cuadras, y tomar un taxi para que nos llevara cerca del hotel (los taxis por supuesto que sí pueden pasar jajajaj) y de ahí caminamos un poco con las maletas, unas callecitas de piedra hasta el hotel. Puede sonar incómodo esta parte, pero luego, valió totalmente la pena, tener a La Alhambra a la vista todo el tiempo y tan cerca.
Dejamos las
maletas en la habitación y salimos más rápido que Speedy González.
Se acabó el
atardecer, pero la noche nos regaló “otra” Alhambra. Una blanca. Muy bien
iluminada en la cima del cerro de la Sabika (Colina Roja) que le sirve de pedestal
a esta obra de arte y monumento arquitectónico con una carga histórica
magistral. A sus pies, una serie de restaurantes al aire libre donde cenamos y
la contemplamos por horas.
No les puedo
contar las historias de las que es parte La Alhambra, porque son muchas y
largas. Solo les digo que si van, lean bastante de lo que ahí pasó, porque uno
vive la experiencia distinto conociendo la historia con anticipación.
Aquí le pongo
un link… https://es.wikipedia.org/wiki/Alhambra
Las entradas hay que comprarlas únicamente online. Así está pasando ahora con todo y en todas las ciudades. Nosotros no lo sabíamos y pasamos un buen susto. Pero resulta que como era un cambio nuevo, lo estaban haciendo progresivo y tenían aun venta en las taquillas a la entrada, pero sin mucha propaganda. Así que hay que averiguar bien antes de ir. Aquí está la web oficial: http://www.alhambra-patronato.es
La entrada a
los Palacios Nazaríes es por grupos y con horario. Pero hay cientos de cosas
que ver mientras llega la hora de entrar… La Puerta de la Justicia, Puerta del
Vino, La Alcazaba, Plaza de los Aljibes, Torre de la Vela, etc.
La Alhambra y
el Generalife se ve todo en un día. Pero yo diría que se necesita otro día para
ver la ciudad, disfrutar la gastronomía y de las tiendas llenas de artículos
exóticos.
En la serie de
Televisora Española “Isabel” sobre la Reina Católica de España, se cuenta
la historia de la relación de la reina y de La Alhambra. Historiadores
especialistas en el tema, estuvieron tan contentos con la primera temporada,
que para la segunda temporada, el gobierno encargado dio permiso para que por
primera vez en la historia, se filmara dentro de La Alhambra. Así que ver la
serie es una buena oportunidad para conocer más sobre esa parte de la historia,
y ver los Palacios Nazaríes como eran: con muebles, telas, habitados,
decorados.
Mis
recomendaciones…
Un sitio en
que hay que detenerse por un buen rato es el Patio de los Leones. Las columnas
ahí, así como su decoración, pero sobre todo la fuente de los leones que está
en el centro, es preciosa. Pero además se extiende para todos los salones a los
lados discretamente y de manera hermosa y relajante, representa el máximo exponente
de la ingeniería del agua de esa época.
La entrada de
luz no es casual. Fue estudiada para convertirlas en relojes solares muy
exactos y muy convenientes.
El paseo de
los cipreses en el Generalife me encantó. Altos, delgados, siempre verdes, y sembrados
para crear unas líneas precisas.
No dejen de
subir a la Torre de la Vela, la vista a Granada es preciosa.
Los espejos de
agua son alucinantes. Eran todo un desafío cuando los crearon, y eran mostrados
con muchísimo orgullo.
Tómense tiempo
para admirar cada detalle artesanal decorativo. Simplemente perfecto y
magistral.
¡Ahora quiero
ir en invierno!!!!!! :D