jueves, 5 de julio de 2018

El paraíso venezolano: Sietemares




Quiero hablarles de un paraíso.
Hemos ido varias veces y siempre SIEMPRE es un paraíso.
Eso quiere decir que se conserva espectacular en todos estos años en que hemos ido. Con la misma magia, misma belleza, y gran ética de turismo.


Queda en el litoral central de Venezuela, en un lugar alejado de la capital, lo que lo convierte en un oasis; pero a la vez a sólo una hora, lo que es súper práctico. (Y cerquita del aeropuerto)


“La Costa Verde” le dicen a este maravilloso lugar donde está esta posada. Te recibe un camino entre la selva, que va desde la entrada donde está la carretera a Todasana, hasta donde está la posada y la playa principal, un par de kilómetros más abajo. Hay un verdor muy refrescante y hermoso, que ya tiene un efecto en uno: relax total.


Se llama Sietemares porque dentro de su privacidad, donde nadie ajeno a la posada tiene acceso, están siete hermosas playas junto a la montaña, con esas rocas enormes típicas de la zona, que están bañándose en el Mar Caribe.

Como siempre...
La comida es fantástica.
Las habitaciones impecables.
Las instalaciones perfectas.
Los jardines soñados.
La piscina ideal.
Las playas alucinantes.

Y el conjunto de todo eso hace que sea como ningún otro lugar (en serio lo digo) no solo de Venezuela, ¡del mundo! Digno de recibir turistas exigentes, y también extranjeros.


Es de esos lugares que poco se consiguen. Perfectos y que se vuelven favoritos de uno.
Cero estrés por tomar decisiones de donde se va a cenar, no se maneja a otro lugar porque todo está ahí, es un ambiente súper informal, pero a la vez tiene elegancia y "posh".

Ahí todo es paz y armonía.
Volvemos siempre porque los días ahí nos llenan el alma, nos relajan la mente, nos curan los pensamientos, el cuerpo es como si cambiara a mejor, y siempre SIEMPRE la pasamos extraordinariamente bien. 

Somos huéspedes asiduos y recurrentes. Fanáticos número uno, que hemos pasado fechas importantes ahí como cumpleaños, aniversarios, una recuperación de operación, y otras fechas más.

Incluso mi hija se comprometió en matrimonio ahí, y sí... ¡la boda también se celebró en Sietemares!
Por todo eso que les cuento, pensamos que sería ideal para la celebración del matrimonio.
Una suerte ahora saber que no nos equivocamos en elegirlos, y que además, superaron nuestras expectativas, la de los novios, y la de los invitados.
El mejor proveedor de la boda fue Sietemares sin lugar a dudas.

(Luego subo un post sobre el matrimonio de mi hija, de su Destiny Wedding que además de boda, es un viaje para  todos los invitados)

Sietemares tiene una caminería que va justo en la costa al lado de las 7 playas. Uno no se encuentra a nadie porque es privado, solo gente de la posada. Así que es muy seguro y limpio. Es lo máximo recorrerlas en la mañana o en la tarde. Creo que son unos 3 kilómetros más o menos, de ida, y otros 3 de vuelta. Les digo que es lo mejor de Sietemares. Mi hija y yo nos despertamos a las 6:30 y hacemos el recorrido 2 veces, y si la adrenalina por la vista nos alborada: 3 veces.

No se puede dejar de llevar cámara porque además de la belleza natural, hay esculturas en todo el camino que vale la pena parar para admirar.

¡En verdad es mi lugar favorito!

Sietemares así... trabajando con ganas, con cariño, con seriedad, con amabilidad, con disciplina, con servicialismo, con profesionalismo, y con buena actitud y disposición, es que se construye el país que todos queremos.
Me sentí feliz de ver venezolanos trabajando BIEN y CORRECTAMENTE con excelencia por su país.

Les agradezco mucho como venezolana porque siempre me demuestran que sí hay gente para hacer un país chévere, bueno, maravilloso, que puede echar parlante. 

En Sietemares dicen a gritosssss que sí hay futuro en Venezuela. Y nos devuelven la esperanza en nuestro país.

Fotos: Felipe Figueroa
Instagram de Sietemares:EcoPosada Sietemares